Cuando la finca o iglesia de tu boda quiere decidir por ti
A lo largo de mi carrera como fotógrafo de bodas son muchas las ocasiones en que las parejas de novios me han hablado de las exclusivas en fincas e iglesias. Seguro que os suena este tema: hay fincas o iglesias que obligan a que las fotos las haga un determinado fotógrafo que ellos deciden. Si la pareja prefiere contratar a otro, debe pagar una penalización que en ocasiones supone hasta 300 euros.
También me lo han contado desde la otra parte: en alguna ocasión me han ofrecido ser yo el fotógrafo “en exclusiva” de una determinada iglesia o finca. Normalmente son sitios muy conocidos, de esos con largas listas de espera porque mucha gente quiere casarse allí, lo que garantiza una seguridad de ingresos muy tentadora. Pero siempre me he negado porque estoy en contra de ese planteamiento. La principal razón es que quiero trabajar con parejas que me elijan y se sientan totalmente cómodas conmigo. Pero por si eso no es suficiente, ahí va una lista completa de motivos sobre los que creo que todos (novios, fotógrafos, organizadores de bodas, propietarios de fincas, iglesias, etc.) deberíamos reflexionar para acabar con esta práctica.
- Porque los novios deben ser libres de elegir al fotógrafo que ellos quieran.
- Porque no entiendo que fincas e iglesias penalicen a los novios, que lo que quieren es que todo se haga a su gusto en un día tan importante.
- Porque las fincas e iglesias cobran a los fotógrafos una cuota para recomendarles, lo que normalmente supondrá un sobrecoste que se trasladará a la pareja.
- Porque no quiero ser el motivo por el que fincas e iglesias quiten el trabajo a otros compañeros.
- Porque me gusta que me contraten por mi trabajo y no por ser impuesto por nadie.
- Porque me parece un privilegio trabajar en sitios distintos y me enriquece como fotógrafo: la variedad es un valor.
Pero, ¿qué pueden hacer los novios si la finca o iglesia intenta imponer a su fotógrafo? Mi recomendación es que se aseguren de que van a casarse en un lugar que les permite hacer la boda como ellos la han soñado, sin imposiciones ni obstáculos. Afortunadamente también hay muchas fincas e iglesias que son sensibles a las necesidades de los novios, no intentan decidir por ellos y les permiten llevar a su propio fotógrafo sin condiciones. Quizás éstas son una mejor opción para que la pareja haga su boda soñada.
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