Autenticidad en bodas: Dile adiós al Photoshop

Autenticidad en bodas: Dile adiós al Photoshop

Como fotógrafo de bodas, mi objetivo principal siempre ha sido capturar momentos auténticos y emocionantes en uno de los días más importantes en la vida de una pareja. Cada boda es única y especial, y creo que las fotografías deben reflejar la realidad y la belleza tal como son. Por esta razón, quiero hablar sobre mi enfoque en el retoque fotográfico y por qué estoy en contra de retocar la piel en este tipo de fotografías.

En la era digital en la que vivimos, la posibilidad de retocar fotografías se ha vuelto omnipresente. Muchos fotógrafos y editores de imágenes utilizan herramientas de retoque para suavizar la piel, eliminar imperfecciones y crear una apariencia «perfecta». Sin embargo, en el contexto de una boda, considero que este enfoque puede ser contraproducente.

En mi opinión, las bodas son momentos llenos de emoción y autenticidad, y las fotografías deberían reflejar esa realidad. La piel de las personas es naturalmente imperfecta, y esas imperfecciones forman parte de lo que nos hace humanos. Creo que es importante capturar y preservar esas imperfecciones, ya que cuentan la historia real de la pareja en su día especial.

Por supuesto, entiendo que muchas personas desean lucir lo mejor posible en sus fotografías de boda. Es por eso que siempre recomiendo que confíen en maquilladores profesionales para que realicen un trabajo excepcional. El maquillaje de calidad puede mejorar la piel, cubrir imperfecciones y realzar la belleza natural de una persona sin eliminar su esencia.

En lugar de depender del retoque fotográfico para lograr una piel perfecta, creo que es más valioso centrarse en capturar la verdadera esencia de los momentos especiales que se viven en una boda. Quiero que las personas miren sus fotos de boda y se reconozcan a sí mismas, con todas sus emociones y rasgos auténticos. Eso es lo que hace que las fotografías de boda sean atemporales y significativas.

En resumen, como fotógrafo de bodas, estoy comprometido con la autenticidad y la honestidad en mis imágenes. No creo en el excesivo retoque de piel en las fotografías de bodas, ya que creo que cada imperfección cuenta una historia y agrega carácter a las imágenes. La belleza real se encuentra en la sinceridad de los momentos y en la emoción que se vive en una boda, y eso es lo que me esfuerzo por capturar en cada fotografía que entrego.

Guardianes de la intimidad: Fotografía de bodas y el derecho a no ser publicados en redes sociales

Guardianes de la intimidad: Fotografía de bodas y el derecho a no ser publicados en redes sociales

Hoy quiero abordar un tema esencial para todos los fotógrafos de bodas y, sobre todo, para aquellos que valoramos el respeto y la legalidad en nuestro trabajo. Hablaremos del derecho constitucional a la propia imagen y cómo afecta a los novios en el contexto de las fotografías de su gran día.

En España, el derecho a la propia imagen está consagrado en el artículo 18.1 de la Constitución Española y en la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen. Este derecho otorga a todas las personas la facultad de decidir sobre la utilización de su imagen y, por ende, de su privacidad.

En el contexto de las bodas, esta cuestión adquiere una relevancia especial. Como fotógrafos profesionales, debemos ser conscientes de que nuestras imágenes pueden captar momentos íntimos y personales de los novios y sus invitados. Por tanto, es vital respetar su derecho a la propia imagen y obtener su consentimiento para publicar y utilizar dichas fotografías.

A lo largo de mi carrera como fotógrafo de bodas, he tenido algunos casos en los que los novios me han solicitado que no publique sus fotos, y siempre he respetado su decisión. Entiendo que algunas parejas prefieren mantener su privacidad y guardar esos momentos especiales solo para ellos.

Recuerdo con cariño un caso particular en el que tuve el honor de fotografiar la boda de un Policía Nacional. Desde el principio, me pidieron que mantuviera total discreción con respecto a las imágenes, ya que tenían inquietudes sobre su seguridad y privacidad. Respeté su petición sin dudarlo, y el resultado fue una colección de fotografías hermosas y emotivas que solo ellos y sus seres queridos pudieron apreciar.

También tuve la oportunidad de fotografiar la boda de una diputada de la Comunidad de Madrid. Dado su papel público, era comprensible que quisieran controlar el uso de las imágenes tomadas durante el evento. En este caso, acordamos cuidadosamente cómo se usarían las fotos para proteger su privacidad y su imagen pública.

En ambos casos, y en cualquier situación similar, mi enfoque siempre ha sido el mismo: respetar y proteger el derecho a la propia imagen de mis clientes. Siempre les informo sobre la importancia de obtener su consentimiento para publicar las fotografías y les proporciono un contrato detallado para asegurarme de que estén cómodos con el uso previsto de las imágenes.

Es importante destacar que no todas las parejas tienen problemas en que se publiquen sus fotos, como el caso de David y Cristina. Ellos permitieron compartir su sesión de posboda en mi sitio web, ¡y te invito a disfrutar de esta encantadora pareja en este enlace: Cristina y David – Sesión de Posboda!

En conclusión, el derecho constitucional a la propia imagen es un aspecto fundamental para considerar en nuestro trabajo como fotógrafos de bodas. Respetar la privacidad de los novios y obtener su autorización para utilizar sus fotografías es un deber legal y ético. Como profesional, siempre me aseguro de cumplir con estas normas, priorizando la satisfacción y tranquilidad de mis clientes en un día tan especial.

Puedes ver el posboda que hice a Cristina y David, y de quienes tengo autorización de publicar sus fotos, clicando aquí.

Despierta tu sonrisa interior: El secreto para brillar en tus fotos de boda

Despierta tu sonrisa interior: El secreto para brillar en tus fotos de boda

En mi trayectoria como fotógrafo de bodas, he tenido el privilegio de fotografiar a innumerables parejas y descubrir algo sorprendente.

Cuando les pido a las personas que sonrían, es común recibir respuestas como: «No sé cómo hacerlo» o «No tengo una sonrisa bonita». Estas palabras me impactan profundamente, ya que creo firmemente en la belleza de la sonrisa natural y auténtica. 

La creencia de no saber sonreír puede estar arraigada en experiencias pasadas, inseguridades personales o simplemente comparaciones con los cánones de belleza impuestos por la sociedad. Pero permíteme contarte un secreto: tu sonrisa es una expresión de tu esencia y de tu felicidad interna, y eso es lo que realmente importa en una fotografía.

Cada uno de nosotros tiene una sonrisa auténtica y hermosa, y no hay una forma «correcta» o «incorrecta» de hacerlo. La belleza radica en la espontaneidad y la sinceridad de esa expresión de alegría. Cuando sonríes desde dentro, sin miedo ni inhibiciones, tu verdadero brillo sale a relucir y se refleja en las imágenes capturadas.

Es posible que te sorprendas al descubrir que aquellos que creen que no saben sonreír suelen tener una radiante y cautivadora sonrisa. La clave está en liberarte de cualquier expectativa o autocrítica y permitirte disfrutar plenamente del momento. No te preocupes por cómo se verá tu sonrisa en la foto, sino en cómo te sientes al sonreír.

En mi experiencia, cuando las parejas se permiten ser auténticas y se sumergen en la alegría de su día especial, sus sonrisas se convierten en verdaderos destellos de felicidad. Es un honor para mí capturar esos momentos y poder reflejar la esencia única de cada pareja.Así que, no permitáis que la creencia de no saber sonreír os impida disfrutar plenamente de una sesión de fotos. Vuestra sonrisa es una parte preciosa de quiénes sois y es una joya que merece ser compartida con el mundo. Permítete brillar desde dentro y deja que tu sonrisa ilumine cada imagen de tu día especial.

Bodas gays en Madrid: Capturando amor sin barreras y visibilizando la diversidad a través de la fotografía

Bodas gays en Madrid: Capturando amor sin barreras y visibilizando la diversidad a través de la fotografía

La normalización de las bodas gays ha experimentado un avance significativo en todo el mundo, y Madrid no ha sido ajena a esta transformación. Como fotógrafo de bodas, tengo el privilegio de ser parte de estas celebraciones y desempeñar un papel crucial en la visibilización de las parejas del mismo sexo. A través de mis fotografías, busco romper estereotipos y prejuicios, mostrando al mundo la belleza y naturalidad de estas uniones llenas de amor. Cada imagen que capturo se convierte en un testimonio visual de la diversidad, reafirmando que el amor no tiene límites ni distinciones.

Es fascinante observar cómo algunos países han logrado avances significativos en la igualdad y la aceptación de las bodas gays. Por ejemplo, en España, donde me encuentro, se ha normalizado por completo, brindando igualdad de derechos y oportunidades a todas las parejas, sin importar su orientación sexual. Sin embargo, es importante destacar que todavía existen países donde la lucha por los derechos LGBTQ+ continúa, y las bodas gays no son reconocidas legalmente.

Al dar visibilidad a las bodas gays, no solo estamos celebrando el amor, sino también generando un impacto social significativo. Cada boda gay visible se convierte en un mensaje poderoso de aceptación y respeto hacia la diversidad. Juntos, desafiamos los prejuicios y construimos un futuro donde el amor sea libre de barreras. Cada imagen capturada es un paso hacia adelante en la lucha por la igualdad y la aceptación. Sigamos trabajando juntos para celebrar y visibilizar el amor en todas sus formas, creando un mundo donde todas las parejas, sin importar su orientación sexual, puedan vivir su amor plenamente y sin temor. Sigamos construyendo una sociedad inclusiva y abierta, donde las bodas gays sean un símbolo de amor, igualdad y diversidad.

La razón por la que los fotógrafos estamos dejando de ofrecer vídeo

La razón por la que los fotógrafos estamos dejando de ofrecer vídeo

Muchas parejas cuando me contactan pidiendo presupuesto para las fotografías de su boda me preguntan si también hago vídeo. Y la respuesta es que no. Algunos se sorprenden, pero yo creo que los tiempos han cambiado y os voy a explicar cómo veo yo este asunto.

Empezaré haciendo un poco de historia. Hace muchos años, afortunadamente ya son unos cuantos, los fotógrafos de bodas se comportaban muy distinto a como nos comportamos ahora. Iban, por ejemplo, de mesa en mesa para fotografiar a las parejas, que muchas veces tímidas o incómodas accedían con una sonrisa forzada, y miraban a cámara mientas sujetaban con la mano una cuchara que no habían podido llevarse a la boca. Durante esa época también los fotógrafos ofrecían, como cosa extra y sin importancia, el vídeo de la boda. Lo grababa algún ayudante del fotógrafo con una cámara gigantesca, para que pareciera más profesional. Colocaba el trípode en un extremo y lo dejaba ahí, un buen rato, mientras los novios se casaban. Daba igual si alguien se ponía frente a la cámara, ya se movería. Y de la edición ni hablemos. El vídeo era largo, largo, largo.

Afortunadamente eso ya es pasado. Ni los fotógrafos incomodamos a los invitados con retratos forzados, ni los vídeos son eternos y aburridos. Los nuevos videógrafos de bodas son verdaderos profesionales que se forman en escuelas que ya ofrecen cursos específicos para ellos. Drones, rieles, iluminación profesional, cámaras de última generación y hasta redactores, dejan de pertenecer exclusivamente al mundo del cine y la publicidad. Las grandes producciones se han trasladado a las bodas. La profesionalización del sector ha creado una tendencia que hace que sea mejor ofrecer el servicio por separado. Las fotografías para los fotógrafos y el vídeo para los videógrafos. Y así, los recuerdos de una pareja serán capturados por verdaderos especialistas.

Muchas parejas piensan que contratar fotógrafo y videógrafo por separado incrementará el precio. Pero no necesariamente tiene que ser así. Como cualquier servicio, deben compararse presupuestos, valorar calidades y tomar una decisión.

Conozco a muchos videógrafos independientes que crean verdaderas obras de arte. Así que, por respeto a su trabajo, al mío, y a los clientes que merecen las mejores fotos y el mejor vídeo; es por lo que hace tiempo decidí ofrecer solamente fotografía.

Eso sí, si necesitáis ayuda o asesoramiento, os puedo ayudar a encontrar a un videógrafo para vuestra boda.

Cuando la finca o iglesia de tu boda quiere decidir por ti

Cuando la finca o iglesia de tu boda quiere decidir por ti

A lo largo de mi carrera como fotógrafo de bodas son muchas las ocasiones en que las parejas de novios me han hablado de las exclusivas en fincas e iglesias. Seguro que os suena este tema: hay fincas o iglesias que obligan a que las fotos las haga un determinado fotógrafo que ellos deciden. Si la pareja prefiere contratar a otro, debe pagar una penalización que en ocasiones supone hasta 300 euros.

También me lo han contado desde la otra parte: en alguna ocasión me han ofrecido ser yo el fotógrafo “en exclusiva” de una determinada iglesia o finca. Normalmente son sitios muy conocidos, de esos con largas listas de espera porque mucha gente quiere casarse allí, lo que garantiza una seguridad de ingresos muy tentadora. Pero siempre me he negado porque estoy en contra de ese planteamiento. La principal razón es que quiero trabajar con parejas que me elijan y se sientan totalmente cómodas conmigo. Pero por si eso no es suficiente, ahí va una lista completa de motivos sobre los que creo que todos (novios, fotógrafos, organizadores de bodas, propietarios de fincas, iglesias, etc.) deberíamos reflexionar para acabar con esta práctica.

  1. Porque los novios deben ser libres de elegir al fotógrafo que ellos quieran.
  2. Porque no entiendo que fincas e iglesias penalicen a los novios, que lo que quieren es que todo se haga a su gusto en un día tan importante.
  3. Porque las fincas e iglesias cobran a los fotógrafos una cuota para recomendarles, lo que normalmente supondrá un sobrecoste que se trasladará a la pareja.
  4. Porque no quiero ser el motivo por el que fincas e iglesias quiten el trabajo a otros compañeros.
  5. Porque me gusta que me contraten por mi trabajo y no por ser impuesto por nadie.
  6. Porque me parece un privilegio trabajar en sitios distintos y me enriquece como fotógrafo: la variedad es un valor.

Pero, ¿qué pueden hacer los novios si la finca o iglesia intenta imponer a su fotógrafo? Mi recomendación es que se aseguren de que van a casarse en un lugar que les permite hacer la boda como ellos la han soñado, sin imposiciones ni obstáculos. Afortunadamente también hay muchas fincas e iglesias que son sensibles a las necesidades de los novios, no intentan decidir por ellos y les permiten llevar a su propio fotógrafo sin condiciones. Quizás éstas son una mejor opción para que la pareja haga su boda soñada.