Como fotógrafo de bodas, mi objetivo principal siempre ha sido capturar momentos auténticos y emocionantes en uno de los días más importantes en la vida de una pareja. Cada boda es única y especial, y creo que las fotografías deben reflejar la realidad y la belleza tal como son. Por esta razón, quiero hablar sobre mi enfoque en el retoque fotográfico y por qué estoy en contra de retocar la piel en este tipo de fotografías.
En la era digital en la que vivimos, la posibilidad de retocar fotografías se ha vuelto omnipresente. Muchos fotógrafos y editores de imágenes utilizan herramientas de retoque para suavizar la piel, eliminar imperfecciones y crear una apariencia «perfecta». Sin embargo, en el contexto de una boda, considero que este enfoque puede ser contraproducente.
En mi opinión, las bodas son momentos llenos de emoción y autenticidad, y las fotografías deberían reflejar esa realidad. La piel de las personas es naturalmente imperfecta, y esas imperfecciones forman parte de lo que nos hace humanos. Creo que es importante capturar y preservar esas imperfecciones, ya que cuentan la historia real de la pareja en su día especial.
Por supuesto, entiendo que muchas personas desean lucir lo mejor posible en sus fotografías de boda. Es por eso que siempre recomiendo que confíen en maquilladores profesionales para que realicen un trabajo excepcional. El maquillaje de calidad puede mejorar la piel, cubrir imperfecciones y realzar la belleza natural de una persona sin eliminar su esencia.
En lugar de depender del retoque fotográfico para lograr una piel perfecta, creo que es más valioso centrarse en capturar la verdadera esencia de los momentos especiales que se viven en una boda. Quiero que las personas miren sus fotos de boda y se reconozcan a sí mismas, con todas sus emociones y rasgos auténticos. Eso es lo que hace que las fotografías de boda sean atemporales y significativas.
En resumen, como fotógrafo de bodas, estoy comprometido con la autenticidad y la honestidad en mis imágenes. No creo en el excesivo retoque de piel en las fotografías de bodas, ya que creo que cada imperfección cuenta una historia y agrega carácter a las imágenes. La belleza real se encuentra en la sinceridad de los momentos y en la emoción que se vive en una boda, y eso es lo que me esfuerzo por capturar en cada fotografía que entrego.